Según explicaron fuentes de dichas facultades, las medidas buscan modernizar los planes de estudio y disminuir la deserción estudiantil.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) ha aprobado la revisión de los planes de estudio en varias disciplinas académicas, destacando especialmente las áreas de Medicina e Ingeniería. Esta revisión implica una modificación significativa en los programas académicos con el propósito de reducir la duración de los años de estudio y así combatir la deserción estudiantil, como se explicó oficialmente.
Este proceso de actualización de la educación universitaria forma parte de un plan más amplio que abarca toda la Universidad, desde la Facultad de Medicina hasta las facultades de Ingeniería Industrial, Ingeniería en Informática, Economía y Administración Agrarias.
Además de la reducción del período de estudio, estas reformas permitirán la introducción de títulos intermedios en ciertas carreras y la adaptación de los planes de estudio para incorporar las últimas tendencias y avances tecnológicos.
Los cambios aplicados en la carrera de Medicina
La Universidad ha llevado a cabo una serie de modificaciones que han tenido un impacto significativo en la carrera de Medicina, la cual actualmente cuenta con la mayor cantidad de inscritos. Estas transformaciones han logrado reducir la duración de la carrera de siete años y medio a seis años, marcando una disminución considerable.
Luis Ignacio Brusco, decano de la Facultad de Ciencias Médicas, explicó que esta reforma se traduce en una reducción de aproximadamente un año a año y medio en el tiempo de estudio, al eliminar unas 1.000 horas de carga académica.
Además de esta reducción, el plan de modernización también se enfoca en adaptarse a los avances científicos y tecnológicos, asegurando que los futuros profesionales estén debidamente preparados para enfrentar los desafíos en el campo de la atención médica, que se caracteriza por su constante evolución.
La propuesta incorpora un enfoque altamente adaptable, lo que brinda a los estudiantes la libertad de seleccionar rotaciones de acuerdo a sus intereses y metas personales y profesionales. Esto les permite ajustar su formación de acuerdo a sus aspiraciones individuales, destacó Brusco.
Además de esta flexibilidad, se buscará incluir un enfoque orientado hacia la salud global y la medicina comunitaria. El objetivo es educar a los estudiantes sobre los desafíos que enfrenta la salud a nivel mundial y resaltar la importancia de la medicina preventiva y la promoción de la salud en la sociedad.
Las modificaciones en los programas de Ingeniería
En lo que respecta a las carreras de Ingeniería, el vicedecano de la Facultad, Raúl Bertero, ha explicado que las reformas implementadas han permitido reducir la duración de estos programas a seis años, incluyendo el ciclo básico, lo que conlleva una disminución de aproximadamente un año en la duración total de los estudios.
El plan de estudios revisado ha sido rediseñado para incorporar una variedad de recursos que agilizan el proceso de formación, especialmente en el primer año de la carrera, que históricamente había registrado las tasas más altas de repetición y deserción estudiantil.
Además, se planea la implementación de cursos de verano, respaldados por material educativo en línea, en aquellas asignaturas críticas destinados a los estudiantes que enfrenten dificultades académicas. Asimismo, se está reduciendo al mínimo el número de correlativas para asegurar que los estudiantes tengan diversas opciones para avanzar en su camino académico.
Raúl Bertero explicó que, en vista de la rápida evolución de la tecnología, se hizo esencial abordar una modernización de los contenidos de cada asignatura, profundizar en las ciencias de la ingeniería y aprovechar las lecciones aprendidas de la educación a distancia de emergencia que surgió durante la pandemia.
El estudiante que alcance aproximadamente dos años de avance en su carrera recibirá un título de Bachiller universitario en Ciencias de la Ingeniería. Este título, además de representar un reconocimiento en el ámbito laboral, está diseñado para motivar a los estudiantes a seguir avanzando a pesar de los desafíos iniciales que puedan encontrar en su trayectoria académica.
Estas reformas, que fueron aprobadas durante la última sesión del Consejo Superior de la UBA, se suman a las actualizaciones previamente implementadas en diversas carreras de grado y tecnicaturas de otras facultades de la UBA, incluyendo Agronomía, Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Ciencias Exactas y Naturales, Ciencias Médicas, Ciencias Sociales, Farmacia y Bioquímica, Ingeniería y Psicología.
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